La Osa y el Madroño

Esta estatua es obra del escultor Antonio Navarro Santafé, quien quiso representar los principales símbolos heráldicos de la ciudad. Se inauguró el 10 de enero de 1967 y costó 200.000 pesetas, unos 1200 € actuales.

El oso fue desde antiguo un elemento típico de la ciudad de Madrid, ya que en la Edad Media cuando se fundó la ciudad, este animal todavía abundaba por los montes cercanos. El escudo de la villa reflejaba un oso en actitud pasante, como constante recordatorio a los habitantes de que si uno salía por los caminos, se arriesgaba a encontrarse con uno de estos animales.

La aparición de un oso en actitud rampante y la incorporación del árbol madroño frutado fue muy posterior, y conmemora el acuerdo adoptado por la Villa y la Iglesia en el año 1222 para repartir las tierras adyacentes. Dicho acuerdo -alcanzado tras un largo litigio- otorgaba a la Iglesia los pastos y a la Villa los bosques, motivo por el que se modificaron los escudos de armas, con la inclusión de un madroño y de una nueva actitud para el oso.

No queda claro, sin embargo, por qué se incluyó precisamente un madroño, no siendo un árbol tan común como otros en la región. ¿Quizá en aquellos tiempos el madroño fuese mucho más abundante? ¿O sería por el parecido de la palabra madroño con el nombre de la propia ciudad Madrid?